Tenerle miedo a los documentales


 

Por José Julián

carteldocumental¿Existen nuevas formas del cine documental en el contexto cubano? A esta interrogante respondieron el pasado sábado en la mañana un panel integrado por la realizadora Gloria Rolando, el crítico de cine Joel del Río, la joven ensayista Arianna Ruiz y el encargado de seleccionar las muestras documentales del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano Alberto Ramos. Todos bajo el papel moderador de Frank Padrón quien también ejerce la crítica de cine y conduce el espacio Cine de Nuestra América en la Televisión Cubana.

La interrogante es difícil de responder si tenemos en cuenta que Internet hoy está marcando las formas en que el cine documental se está realizando. Y como todos saben el cable de fibra óptica ya dio señales de vida, pero todavía no se ha mostrado en cuerpo y alma para los cubanos. Mientras tanto nuestros realizadores siguen filmando sus documentales sin tener en cuenta a Internet como herramienta no solo para buscar fondos, sino para aprovechar la interactividad y multimedialidad que nos ofrece.

Internet aparte Gloria Rolando, de la vieja escuela, rompió el hielo en el panel contando su historia sobre el primer documental que dirigió Oggún y las rutinas productivas de los años ´80 y ´90. Enfatizó en las pericias que siempre le ha tocado vivir en la filmación de sus audiovisuales, al mismo tiempo que reconoció que la mayor colaboración la ha encontrado en aquellos a quienes ha dado voz a través de las imágenes filmadas. Gloria, que tiene en su haber documentales como Los ojos del arcoíris y Los Hijos de Baraguá, recalcó la importancia del documental como medio para conocer la historia de su país y capturar testimonios irrepetibles.

En cuanto a la melodramatización de la realización documental cubana del año 2000 hacia adelante Joel del Río apuntó a como las historias de esas producciones se concentraban en temas y narraciones de interés público desde puntos de vista individuales, pero que tienen resonancia colectiva, nacional. Es en esta tendencia donde, según el crítico, observa esa melodramatización que se traduce en la espectacularización de lo privado casi siempre con un tono trágico, nostálgico por la pasado con un presente desolado, sin gloria. Como ejemplo de ello se refirió a documentales como Suite Habana, Existen y Video de Familia, que aunque es una historia de ficción utiliza técnicas del documental.

Sobre el audiovisual como forma de participación de la sociedad, producto del avance de las nuevas tecnologías dialogó Arianna Ruiz, quien ahondó en las experiencias en América Latina y los primeros pasos que nuestro país ya está dando motivado fundamentalmente por el Centro Memorial Martin Luther King Jr.

Para cerrar el panel Alberto Ramos provocó gran motivación en el público con los fragmentos de documentales que proyectó para actualizarnos sobre las nuevas formas que va tomando el documental a nivel mundial, que se hibrida ya con el mundo de la animación y por supuesto llega hasta los conocidos y cuestionados falsos documentales. Ramos explicó también como la democratización de las nuevas tecnologías provocó una irrupción de la primera persona para llevar a los realizadores a contar historias de su vida privada.

Así cerro el panel y el público pudo tomar la palabra. Entre lo más destacado en el público para este bloguero fueron las palabras de Gustavo Arcos quien comentó sobre la inexperiencia de las universidades cubanas en el documental y el poco estudio que se hace de este género, del cual no se tiene conciencia que también es periodismo.

Otro de los temas surgidos al calor del público fue el secuestro de los cines donde se rodaban exclusivamente documentales y hoy apenas se programa algún que otro documental antes de proyectar un filme en los cines de estreno. Y a eso súmenle que el espacio Pantalla Documental fue detonado de la programación cubana con todos estos cambios que tuvo la televisión. Es decir los referentes para quienes quieran rodar documentales tienen que buscarlo más allá de los espacios institucionales. Tal parece que alguien le tiene miedo a la fuerza denunciante de los documentales.

El encuentro fue productivo. Nadie imagina cuanto se puede aprender de los críticos cuando hablan y no cuando escriben, independientemente de que podamos estar de acuerdo o no.

Ojalá y el encuentro haya servido para que Pantalla Documental vuelva a la programación de la TVC y un cine se dedique completamente a documentales, así soñaríamos menos frente al televisor y pensaríamos más cuando nos levantemos de la silla.

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